miércoles, 29 de agosto de 2018

La vida según Viviana



La vida según Viviana consistía en hacer dos veces todo lo que a ella le agradaba. Así, se volvía a la cama después de desayunar, hacía cola de nuevo en la noria, volvía al teatro a ver la misma función en el asiento de siempre, compraba dos pares de zapatos iguales y comía postre como primer y segundo plato. Viviana era una mujer predecible.
La plenitud la alcanzó casándose con un par de gemelos: Tiberio y Críspulo y lo hizo en dos días seguidos con cada uno. No le resultó difícil engañar al párroco que era desmemoriado y gustaba tanto de bodas, que no percibió que en los dos casamientos que había celebrado solo habían mudado vestido de novia y contrayente.
Como además era una mujer superlativa y exagerada, el día que descubrió que bebiendo mucho, veía doble, se volcó en el alcohol y cuando quiso ser madre se empeñó en tomarse todos los potingues posibles para serlo de gemelas. Pero de esta no saldría indemne porque tanta pócima ingirió que murió envenenada por ella misma y su doble obsesión.
Sus maridos, queriendo congraciarse con su espíritu que imaginaban con dos cabezas, celebraron el óbito dos veces deshaciendo la primera sepultura. Cuando por fin creyeron poder enterrar la fantasía de Viviana, desenterrándola para volver a hacerlo; comprendieron el afán de su esposa. Todo estaba ahí, en sus pies desnudos. Los esquivos pies que a nadie había dejado contemplar.
La madre de la difunta, obsesionada conque Viviana se sintiera sola, le había encastrado dos espejos en las uñas de los dedos gordos de los pies. Así consiguió que Viviana se sintiese doble y acompañada cada mañana nada más meterse en la ducha.

Cosas que hacen las madres que no soportan su propia ausencia....

(Retrato de Viviana y sus dos maridos de www.todocolección.net)

Cirilo Corneta

Cirilo Corneta descubrió al amor de su vida por casualidad en una camelia. Después de la camelia vinieron las rosas, las margaritas, las glicíneas, los cipreses, los setos de boj...y así se convirtió en jardinero. Como sabía conjugar tan bien el amor con la naturaleza llegó a ser en afamado paisajista al que le llovían los encargos. Cirilo era tan feliz dedicándose a sembrar flores que revirtió el cambio climático en un pueblo de Cantabria, que luego se extendió a la región y al pais entero. Los científicos no consiguieron averiguar cual era la causa de esta mejora ambiental. Cirilo, a la par que hacía crecer flores por doquier, conseguía resucitar la ilusión de las personas que se habían quedado solas en el mundo, que eran muchas. Las personas mayores recuperaron las ganas de vivir y con ellas la pasión por cualquier cosa. La expectativa de vida aumentó un 25% en un tiempo record gracias a Cirilo que había conseguido matar dos pájaros de un tiro, aunque él de este segundo efecto no tenía ni idea porque ya era feliz con su regadera. Nuestro jardinero gozaba tanto en un invernadero como el tío Gilito en su almacen de dinero o Trump en un campo de tiro; pero nada dura para siempre, Cirilo murió tragado por una planta carnívora gigante que un inspector de la Seguridad Social le envió a su casa. Según él Cirilo estaba destrozando la caja de las pensiones y con ella el estado del bienestar.
Afortunadamente los jardines de Cirilo siguieron creciendo y nada pudo detenerlos. Los gobiernos del mundo entero tuvieron que destinar el gasto en defensa a pensiones porque la gente vivía mucho más de lo esperado. Cirilo envió un semillero a la "Rifle Association" y esta cerró. Trump se fue a vivir "Lego land" y el tío Gilito, sensibilizado por el efecto Cirilo, invirtió su almacen en la bodega de simientes de Noruega.

Cirilo hizo del mundo un buen sitio para vivir.

Dedicado a Javier Álvarez de Eulate, artista, hacedor de jardines y creador de paisaje.

En la foto, camelia y un señor que se parece a Cirilo.


En la foto, camelia y un señor que se parece a Cirilo.