Melquiades Thorton Bellota era coleccionista de encuentros de los otros, no de los suyos porque se emocionaba tanto que no podía soportarlos. Melquiades, era voyeur de reuniones ajenas y se pasaba la vida en el aeropuerto, las estaciones de tren o en los puertos observando como la gente vivía la interrupción de la distancia con sus seres queridos. Melquiades era un sentimental que lloraba cuando los otros estaban a punto de hacerlo y que consolaba a los que, aunque no era su objetivo, se quedaban solos en el punto de encuentro porque el instante mágico de roce de mejillas y abrazos, no se había producido. Él siempre estaba ahí, observando, gimoteando, auxiliando a los des-encontrados..
Melquiades sufría por poderes, por las penas y las alegrías de los otros y, después de sonarse estrepitosamente, solía volver solo a casa. No lo sabía pero había inventado un remedio para el alma fácil de adquirir y que a él, además, le duraba varios días. Con el tiempo él también fue observado y puso de moda el "voayerismo sentimental", se tuvo que colocar asientos para "mirones de la emoción ajena" en todos los lugares susceptibles de encuentro de los que Melquiades ya era usuario. Aquella congregación de "parásitos del desasosiego del otro" llegaron a organizarse y nombraron presidente a Melquiades que ya nunca más pudo observar, ni regodearse en el gozo de reencuentro por el escaso tiempo libre que le dejaba su puesto. Solamente, cuando notaba que su alma clamaba por el remedio, se acercaba al muelle a contemplar lo que para él eran los mejores momentos de la vida y lo hacía escuchando siempre la misma canción.
Canta Gilberto Gil "Aquel abrazo", la canción preferida de Melquiades
https://www.youtube.com/watch?v=62lXNYZ57Uw
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