Cosas que solo pueden ocurrir en una exposición como esta que visité en: http://www.comunidad.madrid/actividades/2018/exposicion-modus-manera-espana
Policarpo Gominola era hijo de una modistilla y de un poeta y tenía el alma noble, llena de versos y alfileres, pero noble. No encontraba su rumbo, y para atisbarlo no pergeñaba brújula mejor que las exposiciones de casi todo. La última en la que recaló fue la de "Modus. A la manera de España" que le pareció preciosa. Allí se sintió un señor medieval subiendo y bajando las escaleras del torreón y también reveló su alma al descubrir la "poesía del trapo", que era como su madre denominaba a todos sus quehaceres, para tener algo en común con su literario marido.
Una vez que nuestro protagonista se sintió ubicado en época y menester, salió a la calle corriendo, cual pregonero medieval a cantar su suerte: "Lo he encontrado, ya sé lo que quiero ser, quiero ser "visitador de lo bello", pero nadie quiso atenderle, quizás estaban hartos de voceadores porque Policarpo, con tanta invocación al destino en conjunción con la brújula, había aterrizado en la Edad Media.
Él no daba crédito, pero no había ninguna duda la calle Santa Engracia se había convertido en un lodazal por el que solo transitaba burros y carretas y gente ataviada a la usanza medieval. Anonadado se coló de nuevo en la exposición en donde todo seguía tal cual: ropajes fabulosos invocadores de la historia de España en torno al torreón. Se sentó en la escalera a pensar sin percibir que la señora de aquel castillo doña Inma Escobar, le miraba sonriente.
- ¿Has viajado, verdad?
- ¿Y usted cómo lo sabe?
- Solo los poetas con puntadas en el alma pueden hacerlo. Ven cada vez que quieras y viajaremos juntos.
- ¿A la Edad Media?
- Y a más sitios. Solos tú y yo.
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