viernes, 25 de mayo de 2018

Casimiro Silencio


no hubiera tanta gente con problemas. Pero la casualidad hizo que en su huida entre ola y ola se topase con el batallón de bañistas que competían en dar la vuelta a la isla y que, al verle, le confundieran con una boya en la que todos quisieran agarrarse. Una vez  más la necesidad de los otros le hizo prescindir de lo suyo y se dejó hundir. Casimiro debió haberse escuchado a sí mismo…


Último retrato de Casimiro previo al flemón



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